Atención auditiva para niños
¿Por qué debe revisarse la audición de mi hijo?
La detección precoz de la mala audición es especialmente importante en los niños.
La pérdida de audición es una de las enfermedades congénitas más comunes. Dificulta el desarrollo del habla y el comportamiento del niño. El éxito del tratamiento depende de la detección precoz, a ser posible en el primer mes de vida, y del tratamiento adecuado. En uno de cada cuatro casos, la pérdida de audición congénita grave no se reconoce antes de los 3 años. La primera oportunidad para un examen es en la clínica poco después del parto. Si no se examina la audición de su hijo en este momento, es aconsejable hacerlo en el primer mes de vida. Si se detecta una pérdida de audición, el tratamiento debe iniciarse entre el tercer y el sexto mes de vida.
¿Cómo se comprobará la audición de mi hijo?
Se utilizan dos métodos para examinar a su hijo. Para medir las otoemisiones acústicas, se introduce en el conducto auditivo una pequeña sonda con forma de altavoz. Permite medir la funcionalidad del oído. Si se envían sonidos a través de la cápsula, el oído sano los percibe y emite un sonido como fenómeno secundario, por así decirlo. Este sonido puede medirse con micrófonos modernos. Si no se emite ningún sonido desde el oído, esto puede indicar una pérdida de audición. La medición de los potenciales del tronco encefálico es mucho más compleja. Los auriculares se colocan en ambos oídos. También se colocan electrodos en la cabeza y las orejas. Los sonidos se envían a través de los auriculares y los electrodos miden cómo reacciona el cerebro ante ellos. Si una de las dos pruebas indica una pérdida auditiva, deben tomarse inmediatamente otras medidas para que su hijo oiga lo mejor posible.
¿Cómo puede hacerse perceptible la pérdida de audición?
La pérdida de audición no tiene por qué empezar inmediatamente después del nacimiento. Aunque su hijo haya sido examinado después de nacer, debe estar atento a los siguientes signos de posible pérdida de audición: No responde a ruidos fuertes e inesperados; Los ruidos fuertes no perturban el sueño; Su hijo no gira la cabeza hacia las fuentes de ruido; No responde a las instrucciones; Desarrollo del habla por debajo de la media y pronunciación fuerte. Si su hijo presenta uno o varios de los síntomas mencionados, debe hablar de ello con su médico de familia.
¿Qué ocurre si mi hijo sufre pérdida de audición?
La pérdida de audición en los niños puede ser crónica o temporal. Es importante consultar a un especialista. Puede descartar otras causas de pérdida de audición, como una infección del oído medio, una obstrucción por cerumen o una pérdida de audición genética. Si se detecta una pérdida de audición crónica, la moderna tecnología de audífonos puede ayudar a su hijo a percibir mejor los sonidos y ruidos. Si un audífono no consigue una mejora, se considera la posibilidad de un implante coclear. Esto evita las partes dañadas del sistema auditivo y estimula directamente el nervio auditivo. Los niños oyen más alto y más claro. Una actuación temprana previene un desarrollo del lenguaje por debajo de la media. La lectura de labios también puede ser muy útil independientemente de un implante o audífono.
Preguntas más frecuentes
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