La uvulo-palato-faringoplastia (UPPP) es una intervención quirúrgica que se utiliza para tratar los ronquidos graves causados por la apnea del sueño. El procedimiento se basa en acortar el tejido suelto del paladar, en particular la úvula alargada (úvula del paladar). El objetivo de la operación es, por un lado, tensar el paladar blando y, por otro, acortarlo conservando el músculo natural del paladar blando (músculo de la úvula). Se extirpa la parte anterior de la mucosa de la úvula y se sutura al paladar de forma que la úvula quede acortada. Como resultado, la úvula ya no se apoya en la base de la lengua. Esto dilata el paso del aire. El procedimiento requiere una breve hospitalización de uno a tres días. En muy raras ocasiones, pueden producirse riesgos durante este procedimiento. Estos riesgos incluyen infecciones, hemorragias, problemas de cicatrización de heridas, hemorragias postoperatorias, alteraciones del habla en forma de conductos nasales abiertos, daños dentales, dificultades temporales o permanentes para tragar y el riesgo muy poco frecuente de trombosis (embolia) durante una operación bajo anestesia. La capacidad de tragar queda restringida durante unos 14 días después de la intervención, ya que puede aparecer dolor. El dolor será fácilmente tratable con medicación. El tratamiento antibiótico no suele ser necesario. Además de estas medidas quirúrgicas, el paciente debe considerar otras no quirúrgicas. Además de estas medidas, es importante mantener un estilo de vida sano y deportivo para conseguir un buen tono muscular y reducir peso. Los medicamentos que provocan somnolencia, como los tranquilizantes, los somníferos o los antihistamínicos, no deben tomarse por la noche. El alcohol también debe evitarse por principio. También debes dormir de lado en lugar de boca arriba. Una ligera inclinación de la cabeza hacia arriba suele tener un efecto positivo. Un ritmo de sueño normal es igual de beneficioso. Debe evitarse el alcohol unas 4 horas antes de acostarse y las comidas copiosas unas 3 horas antes.