Hiperhidrosis significa“sudoración excesiva“. La sudoración es vital para nuestro organismo, ya que regula nuestra temperatura corporal. El calor, el esfuerzo físico y también el estrés provocan un aumento de la sudoración en las innumerables glándulas sudoríparas de la piel. Este proceso está regulado por nuestro sistema nervioso autónomo. En determinadas circunstancias, sin embargo, se produce una producción excesiva de sudor sin que se den las situaciones de estrés mencionadas. Esto se conoce como hiperhidrosis.
La hiperhidrosis generalizada, que afecta a todo el cuerpo, puede estar causada ocasionalmente por afecciones subyacentes como hipertiroidismo, diabetes, trastornos hormonales y ciertas enfermedades internas. Si se trata la enfermedad subyacente, la hiperhidrosis también suele desaparecer.
La hiperhidrosis focal circunscrita es un problema frecuente. Suele ser hereditaria. Las localizaciones típicas son las axilas, las palmas de las manos y las plantas de los pies. La secreción de sudor suele estar permanentemente aumentada, pero suele incrementarse masivamente en situaciones de estrés o nerviosismo.

Existen varias opciones para tratar la hiperhidrosis focal: En primer lugar, se prueba la aplicación tópica de preparados que contienen sales de aluminio. Para las manos y los pies, también puede utilizarse la iontoforesis, un tratamiento con corriente eléctrica directa débil. Se puede conseguir más éxito en parte con medidas quirúrgicas, posiblemente también con láser.

Un método moderno y eficaz a largo plazo para reducir la molesta transpiración de las axilas es el tratamiento con botulina (medicamento: BOTOX®).

La toxina botulínica A es una proteína producida por bacterias que actúa inhibiendo determinados impulsos nerviosos. Si la sustancia se inyecta en el músculo, lo debilita. Se utiliza en el tratamiento de ciertos espasmos musculares patológicos, pero también para alisar las arrugas mímicas del rostro. La hiperhidrosis focal se trata inyectando pequeñas cantidades de la sustancia en la piel. Esto inhibe los impulsos nerviosos que se conducen a las glándulas sudoríparas, impidiendo así la transpiración. El efecto es temporal y suele durar algo menos de un año.

¿Sufre la molesta y creciente transpiración de las axilas? El tratamiento botulínico suave es ideal para combatir su tendencia a la sudoración excesiva a largo plazo.